Depresión antes y después del embarazo: ¿qué hacer frente a la salud mental materna?

La palabra “salud mental” está de moda, y asusta. La pandemia llegó a evidenciar y a agravar síntomas que muchas veces eran desapercibidos. Está comprobado que las mujeres que reciben más apoyo durante el embarazo y el postparto, especialmente de sus parejas o de su red de apoyo, presentan menos síntomas de ansiedad o depresión. 

Según ha destacado la coordinadora de Maternidad de Clínica Tarapacá, Dra. Sandra Cortés, “todas las etapas pueden tener una dificultad o no, pero probablemente lo más difícil es que la expectativa general es que no existan dificultades, sino más bien que sea una etapa de plenitud y felicidad. Por supuesto que la forma en que se viva cada etapa depende de muchas más cosas que del hecho de ser mujer, si se cuenta o no con apoyo familiar y redes, el estado de salud al momento del embarazo, creencias, edad, situación económica”. 

De acuerdo a la investigación Salud Mental en madres en el periodo perinatal, publicada en la Revista Chilena de Pediatría, realizada por investigadoras de la Universidad del Desarrollo, durante el embarazo, 44,3% de las mujeres reportaron síntomas de ansiedad, lo que se mantuvo a los seis meses postparto (41,3%). En relación a la depresión, 13,9% y 20,9% de las mujeres presentaron sintomatología depresiva durante el tercer trimestre del embarazo y a los seis meses de postparto, respectivamente;  “naturalmente van a surgir dudas frente a miles de cosas, por lo tanto, contar, aunque sea con una persona constante y que aporte de forma positiva va ser tremendamente valioso. Pero también se pueden dar casos donde los rápidos cambios en el cuerpo influyen directamente en la salud mental, y pueden llegar a causar una enfermedad en mi estado de ánimo”. 

Otro estudio realizado para conocer la situación de las mamás antes y después de la llegada del COVID-19, reveló que el 16% de las encuestadas tuvo depresión antes de quedar embarazada, mientras que un 18% tuvo ansiedad. Las cifras van en alza cuando se consulta sobre lo que paso después: 23% indicó tener o haber tenido depresión postparto y 64% trastorno de ansiedad Y un 9% de quienes fueron diagnosticadas, no recibieron tratamiento. Los estudios buscan sensibilizar y visibilizar a la opinión pública respecto a la importancia de la salud mental de las madres. 

El Baby Blues hace referencia a la tristeza puerperal o postparto y afecta a un 85% de las madres durante los días que siguen al parto, “probablemente debido a los cambios hormonales que están sufriendo en este momento crucial de sus vidas, aunque también el cansancio, los nervios y la falta de sueño que acarrea la nueva situación”. 

“La recién estrenada mamá puede tener bruscos cambios de humor, en los que siente tristeza y ansiedad, sensación de vacío, dificultades para dormir o sueño excesivo. Llanto o sollozo fácil, sentimiento de culpa por no estar feliz, como espera su entorno familiar; necesidad de ayuda, que generalmente no es capaz de pedir, pensamientos pesimistas, alteraciones del apetito, ya sea con un exceso de ingesta de los alimentos o pérdida de las ganas de comer”, explica la especialista.

Lo cierto es que existe un tabú de la salud mental materna, pero, ¿Cómo lo derribamos? En el marco del Día de la Madre, la Dra. Sandra Cortés recomienda “hablar de la existencia de prejuicios ya es un gran paso. Es importante recordarnos que como sociedad vivimos con expectativas sociales que representan ideas generales, y, que es necesario chequear cuales de ellas me hacen a mí sentido de forma individual”.