Una relación sana con la comida para estas vacaciones

El vínculo con la comida va mucho más allá de la talla de ropa que se use, la cantidad de alimentos o cuales se ingieren diariamente. Los trastornos de la alimentación son más comunes de lo que creemos y en muchas ocasiones, cómo nos relacionamos con la comida refleja nuestra salud psicológica.

Debido a que en vacaciones la gente prefiere enfocarse en disfrutar, lo que sigue siendo válido, muchas personas ponen menos atención al autocuidado. Es por ello que la conducta alimentaria tiende a ser menos consistente, e incluso menos saludable (el clásico ‘desarreglo’ en vacaciones). Situación que se sostiene e incrementa si no se tiene conciencia de a qué puede llegar.

Anorexia, bulimia y vigorexia son algunos de los más conocidos, pero también existen otros como los trastornos por atracón, de la conducta alimentaria selectiva y de la alimentación nocturna. Todos ellos, caracterizados por patrones alimentarios y de pensamiento perjudiciales, pueden tener consecuencias graves para la salud, por lo que requieren de intervención especializada y tratamiento efectivo.

“Estas afecciones tienden a producirse por diferentes factores, y es por esto que la lucha debe estar enfocada en la prevención, junto con potenciar los sistemas de salud para reforzar la detección precoz y contener su avance”, sostiene la nutricionista Paula Heredia de Clínica Tarapacá.

Para la especialista, es fundamental el apoyo del entorno para poder reconocer a tiempo cualquier alteración física o del comportamiento al ingerir o no ingerir alimentos. “No solo tenemos que estar atentos a nuestro propio bienestar, sino también de la relación que tienen con la comida las personas que están en nuestro entorno. Sean niños y jóvenes, o quienes estén pasando por momentos complejos, como familiares o amigos que estén atravesando situaciones de crisis o cambios de rutinas”, señala, añadiendo que, tal como en otras afecciones, es importante actuar a tiempo para minimizar los riesgos en la salud. 

Aparición y tratamiento

Los trastornos de la conducta alimentaria pueden ser causados por una multiplicidad de factores, desde la predisposición genética, hasta la implementación de dietas restrictivas sin intervención de un nutricionista, Heredia.

Estos trastornos son difíciles de pesquisar en la mayoría de los casos; “además de los factores causantes, existen muchos síntomas y expresiones físicas, mentales y emocionales. Por esta razón, se requiere un tratamiento multidisciplinario, con especialistas como psicólogos, nutricionistas y fisioterapeutas”, añade. 

Lo recomendable ante una sospecha, es que se plantee una conversación honesta con la persona que puede estar sufriendo alguna de estas condiciones. Es importante darle a entender que es escuchada y apoyada, además de animarle a buscar ayuda profesional. "Es muy importante no hacer comentarios sobre la apariencia física, sino enfocarse en la preocupación que despierta el bienestar de ese ser querido. También ofrecer ayuda como compañía y orientación en el proceso que se avecina”, explicó la nutricionista Paula Heredia de Clínica Tarapacá.

Finalmente, el especialista de Clínica Tarapacá detalla que una vez en el camino de la recuperación, es de suma importancia que sea supervisado y controlado por especialistas capacitados para comprender las distintas aristas involucradas en los TCA. “Es importante comprender que no se trata de un proceso lineal. Las personas afectadas necesitarán de la comprensión y apoyo de quienes formen parte de su entorno, ya que muchas veces se presentarán estancamientos e incluso, retrocesos. No es un camino fácil”, concluye.