Aplicación del Enfoque de Género permitió a joven mujer salir de prisión preventiva

Enriqueciendo el análisis de los hechos con un enfoque de género, la defensa penal pública de una mujer imputada por un presunto parricidio frustrado logró que se cambiara su prisión preventiva por arresto domiciliario nocturno y arraigo nacional. El caso fue revisado en el juez de Garantía de Iquique, Mauricio Chía, quien consideró la nueva argumentación y datos proporcionados por la defensora penal pública Aliny Garcés, en la audiencia de control de medidas cautelares.

Con esta última decisión la imputada, M.J, de 25 años, de nacionalidad boliviana, terminó un periodo de casi dos meses en que permaneció interna en el Complejo Penitenciario de Alto Hospicio. Ella convivía desde hace un largo periodo con quien figura hasta ahora como víctima del presunto ataque homicida, hasta que en un incidente ocurrido en su alojamiento, en septiembre pasado, dejó al hombre con heridas de gravedad en el cuello.

“Lo que explicamos al tribunal es que los hechos deben mirarse desde la perspectiva de género, esto es considerar los condicionamientos culturales presentes en las conductas de las personas presentes en el sitio de los sucesos: ella, su pareja y la amante de éste. Eso permite revelar que mi defendida era en ese momento una mujer presionada excesivamente por abusos machistas, ante los que sólo reacciona de manera instintiva para defender su integridad”, explica la defensora penal pública Aliny Garcés.

Esta abogada, apoyada por un informe entregado por la Unidad de Apoyo a la Gestión de Defensa, UAGD, explicó detalladamente cómo podía reevaluarse el incidente, consiguiendo que el tribunal decidiera aceptar la solicitud de permitirle a la imputada esperar el término de la investigación con arresto domiciliario nocturno y arraigo nacional.

Para encontrar los fundamentos suficientes para fortalecer este enfoque de género, la encargada de la UAGD, profesional de trabajo social Milenka Marchant, entrevistó a las personas que conocían a la imputada y a su pareja, registrando testimonios que respaldaban un análisis más profundo a una relación de convivencia compleja, en donde los roles de masculinidad tradicional estaban fuertemente presentes.

La joven M.J. permanece en Chile casi de manera casi fortuita, puesto que ella había llegado en viaje de turismo a Iquique en marzo y, junto a su pareja se vieron atrapados por el confinamiento decretado en Chile y Bolivia a raíz de la aparición de la pandemia del Covid-19, lo que les impidió volver a su país oportunamente.